- Autoridades del Gobierno Territorial Autónomo Awajún (GTAA) reclaman al Estado peruano acciones drásticas para frenar la extracción irregular del oro en los ríos que atraviesan su territorio.
- Los más afectados, según sus denuncias, son los ríos Cenepa, Santiago, Comaina y Marañón, y la Cordillera del Cóndor.
- Los líderes hablan de una veintena de personas en riesgo.
- Las autoridades han registrado 26 situaciones de amenazas a personas de este pueblo, entre junio de 2019 y mayo de 2025.
“Hay personas amenazadas en el Cenepa y en Río Santiago. Lo hemos reportado. La cantidad de amenazadas superan las 20”, dice el líder indígena Gil Inoach Shawit, pamuk (gobernador) del Gobierno Territorial Autónomo Awajún (GTAA). “Algunas están protegidas —continúa— pero siempre hay nuevas amenazas”, cuenta luego de una rueda de prensa durante su estadía en Lima, a donde viajó para exigir al Estado acciones concretas y drásticas contra la minería ilegal que sigue avanzando en el territorio indígena.
Inoach Shawit explica, además, que en el territorio awajún existen varios focos críticos de minería ilegal. El sector Tambo, cerca del campamento minero Kumpanamen, en la Cordillera del Cóndor; el río Cenepa; el río Santiago; el río Comaina; y el río Marañón, cerca de Saramiriza, son las zonas afectadas, según el líder indígena.

La situación que describe Inoach Shawit incluye la presencia de por lo menos 80 dragas en los ríos mencionados, así como 11 excavadoras en la cabecera de la quebrada Sawi Entsa, en la Cordillera del Cóndor. “No es posible que la Amazonía esté esclavizada para generar economía para grandes poderes y para los pueblos indígenas no quede nada”, cuestiona el líder awajún.
No solo la minería ilegal mantiene en vilo al pueblo awajún. Los líderes indígenas tanto del pueblo awajún como de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) hablan de la presencia del narcotráfico en esta zona de frontera, así como de bandas criminales que llegan del Ecuador, entre ellas los llamados Choneros, un grupo criminal de Ecuador cuya presencia en la región Amazonas ya ha sido reportada.
El Gobierno Territorial Autónomo Awajún (GTAA) se ubica en los departamentos de Amazonas, Loreto, San Martín y Cajamarca, sobre un territorio de alrededor de 3 000 000 de hectáreas. Cuenta con una población aproximada de 70 000 habitantes, en 488 comunidades, entre tituladas y anexas.
Inoach Shawit explica que el Gobierno Territorial Autónomo Awajún busca complementar y articular esfuerzos con el Estado para que las políticas públicas tengan un filtro de enfoque intercultural al entrar en su territorio. “A eso le llamamos trabajar articuladamente con el Estado para que su política llegue eficientemente en los rincones donde estamos asentados el pueblo Awajún y las comunidades, por eso hemos venido a conversar con diferentes sectores del Estado”, dice el líder sobre la serie de reuniones que ha tenido en la capital del Perú.
Amenazas en las comunidades 1hdo
“El gobierno awajún ha hecho varios pronunciamientos para que se intervenga desde el Estado y ahora amenazan a lideresas y líderes comunitarios. Las grandes dragas operan frente a los puestos de control sin que se intervenga. No es posible que la Amazonía esté esclavizada. No está bien que se la explote y esté sentenciada a vivir bajo la corrupción, la trata de personas, las violaciones a niñas y otros delitos”, señala Matut Micaela Impi Ismiño, vicepresidenta del Gobierno Territorial Autónomo Awajún (GTAA).

Impi Ismiño agrega que están invadiendo el territorio Awajún para la extracción minera, “afectando fuentes de agua, con el riesgo de destruir quebradas que todavía están intactas”. La lideresa indígena señala que los mineros, muchas veces ligados al narcotráfico, se están acercando, cada vez más, a las zonas pobladas de los territorios indígenas. “Se aprovechan por la ausencia de alternativas económicas en las comunidades. Ellos son los que facilitan la economía”, agrega sobre el ingreso de las economías ilegales en territorio awajún.
Las comunidades están con temor, dice Inoach Shawit, porque han entrado a sus territorios y los han amenazado, los líderes han salido de la zona y desde afuera están denunciando esta situación. El líder dice que los Choneros están avanzando hacia el río Sawientza y que “hay amenazas de que entrarán a las comunidades”. “Están intimidados porque estos actores de esta actividad ilegal están armados”, afirma.
Consultado por Mongabay Latam sobre las amenazas en territorio awajún, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjusdh) señaló que entre junio de 2019 y mayo de 2025, atendió 26 situaciones de riesgo y amenazas en los departamentos de Amazonas, Loreto y San Martín, que corresponden a personas defensoras de derechos humanos del pueblo Awajún.
“Las 26 situaciones de riesgo y amenaza reportadas por el Registro sobre situaciones de riesgo de personas defensoras de derechos humanos, a partir del cual se activaron coordinaciones en marco del Mecanismo Intersectorial para la Protección de las Personas Defensoras de Derechos Humanos, involucra a 29 del pueblo Awajún, 18 varones y 11 mujeres”, especificó el Ministerio.

“Están secuestrados”, dice Alicia Abanto, ex defensora adjunta para el Medio Ambiente, Servicios Públicos y Pueblos Indígenas de la Defensoría del Pueblo del Perú, sobre la situación del pueblo Awajún.
Abanto comenta que en el río Santiago, y en general en el departamento de Amazonas, “se ha incrementado la explotación de oro ilegal, además, de ser también una ruta del narcotráfico. Lamentablemente allí se han juntado estas dos actividades”, agrega.
En el caso del pueblo Awajún, señala Abanto, sus comunidades se han organizado para resistir, pero lo que hacen no tiene la capacidad para frenar a las organizaciones criminales. “Es irable la defensa y la resistencia que tienen varios líderes para denunciar y también para oponerse en el día a día al avance de estas actividades en sus comunidades”. “Pero están en riesgo, su seguridad, sus vidas están en riesgo”, asegura.
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La amenaza del Reinfo 734b2q
Los líderes indígenas awajún también cuestionan todo el proceso de formalización de los mineros ilegales y, principalmente, el sistema del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo). Inoach Shawit menciona que en la zona de la Cordillera del Cóndor hay por lo menos 11 de estos permisos entregados, que buscan regularizar a los ilegales.

Una revisión del portal del Reinfo, del Ministerio de Energía y Minas, muestra un total de 150 inscritos en el Reinfo en la provincia de Condorcanqui, en la región Amazonas, donde se ubica el pueblo awajún. De ellos, 49 están vigentes, mientras que 101 aparecen como suspendidos. Entre los registros vigentes 47 figuran en el distrito El Cenepa y 2, en el distrito de Río Santiago.
“Las ampliaciones del Reinfo han sido demasiado largas. Y esos suspendidos no están afuera, ellos son los que destruyen. La figura de Reinfo es un invento perfecto para encubrir una actividad ilegal”, cuestiona el dirigente awajún Inoach Shawit.
“Es un problema social fuerte y un problema de contaminación y de salud para la población que está ahí. También es un problema binacional porque han habido incursiones de actores ecuatorianos en esa zona”, señala Dhaynee Orbegozo, representante de Tenure Facility en Perú, organización que trabaja con los pueblos indígenas y las comunidades locales para promover sus derechos territoriales comunitarios.
Son los pueblos indígenas los que tienen que ejercer el control territorial, agrega Orbegozo, pero necesitan que el Estado ponga más efectivos, más recursos, mayor vigilancia para paralizar esas actividades.

Ana Leyva, especialista legal en temas minero ambientales de Cooperación, señala que las comunidades tienen cada vez menos capacidad de resistencia porque están solas y, finalmente, los grupos ilegales toman sus territorios. “Entonces terminan acomodándose porque, en realidad, ¿qué les queda? ¿Qué otra opción real hay?”.
La situación es bastante compleja, agrega Leyva, y se ha ido expandiendo y no se ha hecho nada, o se ha hecho muy poco. “Ha sido la resistencia de ellos lo que ha logrado que esto no se expanda más, hicieron gestiones, pero han estado solos y, entonces, el problema ha seguido creciendo”, comenta la experta.
“Soy testigo desde hace muchos años, en varios gobiernos me he reunido con ministros, con los propios presidentes para pedir, por favor, la intervención y medidas integrales. Pero no, solo había medidas aisladas y al mes siguiente, había más dragas” en los ríos para sacar oro, afirma Leyva. “Han sido los propios indígenas quienes han hecho sus intervenciones, pero es bien complicado porque tampoco pueden solos, si no hay una decisión política para enfrentar el problema no se va a hacer nada”, añade la experta.
Imagen principal: el pueblo awajún está amenazado por la minería ilegal, que opera con dragas en los ríos amazónico. Foto: cortesía GTAA / Cooperación